¿Te gusta crear y construir en mundos de bloques? Entonces esta selección te encantará.
Explorar un inmenso abierto mientras recolectas recursos y experimentas creando lo que te apetezca. Esta idea es la que hizo que Minecraft naciera y se erigiera como el gran favorito de millones de jugadores de todo el mundo. Nacido como un humilde proyecto indie, es a día de hoy uno de los videojuegos más descargados y jugados de la historia.
No es un videojuego que llame la atención positivamente por su aspecto gráfico, de hecho este es uno de los puntos que más critican aquellos que no lo han experimentado. Para otorgar semejante libertad a los jugadores a la hora de crear o destruir, sus creadores optaron por unos gráficos cúbicos toscos, pero efectivos. El mundo, recreado en voxels, solo podía ser tan fácilmente destructible de esta forma, sino se quería que ni el ordenador más potente pudiera moverlo.
Así, a día de hoy pensar en esta franquicia es pensar en algo inmenso. Minecraft ha visto la luz en innumerables plataformas. Todo tipo de dispositivos cuentan con una versión de este juego para satisfacer a los usuarios que buscan disfrutar de la experiencia que lo define; pero también existen alternativas para los que buscan algo similar a la par que distinto.
Vamos a detenernos en ese punto para repasar los mejores juegos parecidos a Minecraft que hay disponibles a día de hoy. Las creaciones de muchos desarrolladores rinden, en cierto modo, un homenaje al juego original; pero todos logran dar un enfoque diferente y atractivo para distintos públicos.
Imagina contar con todo lo que hizo especial a Minecraft en materia de construcción y destrucción tanto de objetos como de entornos, y llevarlo a un nivel más elevado en todos los sentidos. Un mundo mucho más atractivo a nivel visual, unos personajes y enemigos más detallados y unas mecánicas a medio camino entre la acción y el RPG son lo que hacen de Portal Knights un videojuego muy especial.
Permite jugar tanto en solitario como con 3 amigos a través de internet, por lo que la experiencia se vuelve mucho más divertida y enriquecedora. Explorar mazmorras en compañía, acabar con grandes dragones y, sobre todo, aprovechar la facilidad para destruirlo todo o construir lo que se os ocurra en todo momento le dan un potencial enorme a esta fórmula.
Todo, además, conectado en un mundo repleto de portales que llevan a los jugadores a entornos cada vez más grandes, frondosos e impactantes. Tu objetivo aquí es convertirte en el caballero definitivo, y para ello tendrás que superar una serie de retos que te llevarán incluso a enfrentarte a enormes jefes finales que te pondrán las cosas complicadas tanto a ti como a los amigos con los que compartas partida.
Para muchos, Terraria es como sería Minecraft si hubiera adoptado las dos dimensiones en lugar de las 3. A pesar de esta similitud tan señalada por gran parte de la comunidad de jugadores, la realidad es completamente diferente. Este videojuego no se limita a recoger muchas de las mecánicas del famoso título de Mojang, lo lleva todo un escalón por encima gracias a una mayor amplitud de opciones y a un mundo mucho más rico y variado.
Pone a disposición del jugador un mundo completamente abierto y en el que hacer lo que se le antoje, siempre desde una perspectiva lateral, limitada por el 2D. No obstante, tendrás que andarte con ojo. Hay mucha amenaza suelta por ahí y, entre excavación y exploración, tendrás que sacar tiempo para atacar y defenderte, o incluso para construir un refugio en el que guarecerte en los momentos de tranquilidad.
De hecho, tienes tanta libertad para construir que puedes dar forma a tu propia ciudad si lo deseas mientras acabas con zombis y todo tipo de criaturas. En las luchas, se te brinda la opción de invocar hasta criaturas, ayudándote a acabar con las oleadas más peligrosas de enemigos o planteándote retos adicionales al tener que enfrentarte también a estas. Su potencial es prácticamente infinito en este sentido.
El universo creado por la franquicia japonesa Dragon Quest tarde o temprano tenía que pasar por el filtro Minecraft para construir una experiencia similar, pero a su manera. Así es como nació la idea de Dragon Quest Builders, videojuego que ya tiene una secuela en mente y que mezcla el concepto del rol japonés con el mundo de bloques del más que conocido videojuego cúbico de Mojang.
En este título, la misión del jugador no solo es recolectar recursos y construir o destruir a su antojo, hay que recuperar un mundo que ha quedado sumido en el caos por culpa de un señor oscuro. Tendrás que reconstruir ciudades, ayudar a viajeros en sus travesías o rescatar a personas de enormes criaturas, teniendo que combatir con tu mazo mientras te desplazas por total libertad por este inmenso mundo.
Otorga una gran libertad, pero lo que más logra que la fórmula destaque es la herencia que posee del universo Dragon Quest. El diseño del japonés Akira Toriyama, padre de Dragon Ball, se nota en cada paso y partida que se juega. La variedad de cosas por hacer y la simpatía que derrocha este mundo son lo que le dan ese irresistible encanto.
Hablar de cubos, de construir todo lo que se te ocurra y de jugar es algo que no hace más que taladrar la palabra “Lego” en la cabeza de cualquiera. La famosa juguetera se lo ha tomado con calma, pero al final se ha decidido y ha lanzado LEGO Worlds, un videojuego que recoge el testigo de Minecraft y plasma su idea y conceptos a su manera, es decir, en un mundo de juguetes.
El humor que tanto caracteriza a los juegos que llegan bajo el sello de esta firma está presente en todo momento, aunque lo que lo hace más interesante es la opción de compartir partida y la total libertad para crear todo aquello que se te ocurra. Hablamos de la casa que decidió dejar volar la imaginación de los niños con bloques de juguete reales, así que es fácil imaginar lo que pueden hacer aprovechando el potencial de los entornos virtuales.
Aunque tiene ciertos fallos de rendimiento importantes en algunas consolas, su fórmula es realmente buena. Cuenta con una campaña que plantea una historia con la que mantener el interés en la partida, pero también con un modo libre que permite experimentar al máximo con bloques, materiales y estructuras de todo tipo. Es un juego que traslada el espíritu LEGO a la pantalla de la televisión y los mandos, y lo hace con total acierto.
Si lo que quieres es algo que se parezca al máximo a Minecraft, entonces aquí tienes lo que estabas buscando. Survivalcraft 2 es la secuela del primer Survivalcraft y un juego que no hace más que plasmar las mismas ideas que el juego de bloques, solo que con un nombre y unas mecánicas ligeramente diferentes. Es de los más fieles a la experiencia ideada por Mojang hace ya tantos años.
La premisa de la supervivencia es la que impera en todo momento. Suelto y abandonado en un enorme mundo cúbico y tridimensional, tienes que hacer lo posible por armarte cuanto antes y empezar a construir refugios o estructuras donde protegerte. Las amenazas están siempre ahí fuera, y no dudarán en acabar contigo en cuanto te vean. Pero además, tendrás que preocuparte por mantener tu sed al mínimo, como también tu hambre.
Así, sobrevivir aquí parte de la idea de defenderse de peligros, pero también de la subsistencia. Tienes que cazar mientras exploras, creas y destruyes para obtener todos los logros que hay disponibles en el juego. Superar los desafíos que se proponen para avanzar en la partida y, sobre todo, experimentar con todos los recursos que puedes ir encontrando mientras te mueves por este vasto mundo. En definitiva, es como Minecraft, pero sin llamarse Minecraft.
Aquí, además de encontrarnos con algo parecido a Minecraft, es imposible no trazar conexiones con Terraria. Craft the World es un videojuego de creación de estructuras y entornos que transcurre en un mundo 2D, con una perspectiva lateral. Su premisa principal se diferencia de los dos nombrados en que aquí manejas a un grupo de gnomos en lugar de a un personaje en concreto. Pero los parecidos son evidentes.
La misión del jugador en este juego no es otra más que acabar con cualquier posible amenaza que aparezca en el mundo. Para ello, hay que construir imponentes fortalezas y, en los momentos de calma, aprovechar para forjar armamento, objetos, munición para protecciones y otros tantos recursos necesarios.
El componente estratégico es lo que predomina en Craft the World. De hecho, la idea de controlar a un grupo de personajes en lugar de a un solo sujeto cambia la perspectiva considerablemente con respecto a los demás juegos mencionados. Tienes que preocuparte de gestionar bien a tus unidades para recolectar materiales, acabar con enemigos, colocar trampas, defender o construir. Todo tiene un enfoque más centrado en la buena gestión y la estrategia, pero la idea de la construcción y los bloques sigue ahí, siempre presente.
