Encarnar al Dovahkin es una experiencia única, pero estos títulos también tienen mucho encanto.
Si has jugado a videojuegos en los últimos años, si te apasiona aporrear botones o si simplemente lo haces cuando el tiempo te lo permite, seguro que has oído hablar de Skyrim, o más bien, de The Elder Scrolls V: Skyrim.
Este videojuego, desarrollado por Bethesda y lanzado al mercado en diciembre de 2011, impactó con una fuerza inusual en la industria. El público y la crítica se postraron ante uno de los grandes lanzamientos del año y su alcance fue tal que, aún a día de hoy, siguen llegando revisiones para plataformas nuevas. De hecho, tenemos como prueba a la híbrida de Nintendo, Switch, que recibía su adaptación en noviembre de 2017.
El tiempo no pasa para este videojuego, y eso es una clara prueba de que toda su estructura, sus mecánicas y su apartado gráfico tienen una solidez perenne. Puede que haya aspectos que hayan envejecido un poco, pero la impresión general es siempre la de estar ante un videojuego realmente ambicioso y completo.
Por supuesto, con el paso del tiempo han surgido otras alternativas que son también bastante interesantes. De hecho, si eres uno de esos jugadores a los que le gustó la obra de Bethesda, presta atención. Vamos a repasar varios juegos tipo Skyrim que vale la pena probar. Algunos de ellos son incluso mejores que este, por lo que te recomendamos que leas bien.
CD Projekt Red ha conseguido hacer que Geralt de Rivia se convierta en uno de los protagonistas más queridos, y todo gracias al último de los juegos que ha protagonizado. El brujo es el personaje principal de toda la saga The Witcher, y su tercera aventura, The Witcher III: Wild Hunt, es un juego absolutamente imprescindible si te gustó Skyrim, si te gusta la fantasía medieval o si disfrutas de los mundos abiertos.
Un RPG de acción en un enorme y vasto mundo repleto de rincones por explorar, ciudades que visitar y personas que conocer. No solo consigue que su historia principal enganche, sino también hace que cada misión secundaria sea mucho más que un “recado” que realizar. Los relatos que se esconden tras las peticiones de aldeanos, las ofertas para mercenarios y los eventos que aparecen mientras exploras tienen un potencial que pocas veces se ha visto antes en un videojuego.
Todo esto, aderezado por un universo repleto de personalidad y un protagonista que engancha a cualquier jugador que se ponga a los mandos. Con este videojuego, el estudio polaco evolucionó por completo la narrativa de las novelas de Sapkowski y remató con unas mecánicas totalmente refinadas. Su historia engancha, su mundo absorbe y todo su sistema de signos, armamento y batalla terminan atrapándote por completo.
Dragon Age: Inquisition es, con diferencia, el mejor juego de toda la saga Dragon Age. Goza de un mundo realmente grande, mucho más amplio y completo que el del propio Skyrim, pero además tiene detrás a un equipo con tanto talento como es Bioware, lo que garantiza un refinamiento espectacular en todos y cada uno de sus apartados.
A nivel de géneros, nos encontramos con un RPG de acción en mundo abierto en el que el protagonista debe sellar unas peligrosas grietas que se están abriendo en el mundo. En ese viaje, te encuentras con centenares de demonios y criaturas de otro mundo, tremendamente peligrosas y sedientas de sangre. Peleas, subes de nivel, mejoras a todo tu equipo y evolucionas como jugador y como personaje mientras inviertes incontables horas en conocer cada secreto de este mundo casi sin darte cuenta.
Además de todo esto, una de las mejores decisiones del equipo que le dio vida a este juego fue la posibilidad de disfrutar de él en compañía. Puedes hacer que otros jugadores se sumen a tu partida para avanzar en esta aventura colaborando y trabajando en equipo. Esto hace que la complejidad aumente, al tener que controlar más aspectos y tratar de coordinarte con los demás; pero también hace que la experiencia sea infinitamente más divertida.
Uno de los máximos responsables de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, Eiji Aonuma, reconoció antes del lanzamiento del juego que había estado jugando a Skyrim para obtener inspiración a la hora de crear el mundo abierto de este título. El resultado fue una de las mejores obras lanzadas en la industria videojuegos en los últimos años.
Breath of the Wild no te permite jugar con amigos, pero a cambio te ofrece un inmenso mapeado que se convierte, desde los primeros minutos, en un enorme patio de recreo. Puedes interactuar con todo lo que hay en él. Cazar, talar árboles, cocinar, acabar con poderosos enemigos, cabalgar y combinar los elementos como en el mundo real. Un relámpago puede desatar un incendio, o impactar en un objeto metálico; una flecha eléctrica puede hacer que todo un estanque se electrocute y los peces fallezcan. Las posibilidades son inmensas.
Esta sensación orgánica es lo que hace que el videojuego de la saga Zelda se haya posicionado como uno de los grandes favoritos para cualquier jugador, además de colocarlo como una de las mejores alternativas a Skyrim. De hecho, si lo pruebas, es posible que no te apetezca volver al nórdico mundo ideado por Bethesda. Quedas advertido.
Kingdom Come: Deliverance es un videojuego que, a pesar de haber estado envuelto en cierta polémica por uno de sus máximos responsables, ha sorprendido a todos los jugadores que lo han probado, y muy gratamente. La Bohemia que se refleja aquí trata de ser un espejismo fiel de la de la Edad Media. Por tanto, despídete de la fantasía exagerada; aquí todo es lo más realista posible.
Bueno, es cierto que hay margen para hechizos y pócimas, ya que es difícil concebir un mundo de época divertido sin que aparezca este componente; pero no es precisamente ese elemento el que le da personalidad y fuerza a este videojuego. La libertad a la hora de tomar decisiones y de interactuar NPCs, además de la crudeza con la que se ha recreado el sistema de combate son sus verdaderos puntos fuertes.
Por supuesto, la recreación de los entornos y personajes es algo que le ha dado una vitalidad enorme a este título. Su apartado gráfico es realmente sorprendente, y da lugar a algunas estampas de las que quitan el hipo. Suma a todo esto un trasfondo de RPG puro y una perspectiva que aboga por la primera persona para meterte de lleno en la experiencia y tienes uno de los mejores títulos del último año.
La Tierra Media: Sombras de Guerra, es la secuela del aclamado Sombras de Mordor. Este título, desarrollado por Monolith Productions, está ubicado de nuevo en el universo de El Señor de los Anillos. Esto garantiza que el jugador se sumerja en el maravilloso mundo ideado por Tolkien con su trilogía. Hobbits, trasgos, orcos, elfos, montaraces… Todas las razas imaginables y procedentes de la mente de este escritor desfilan por aquí.
Vuelve a plantear un mundo abierto con un volumen y posibilidades importantes, pero el punto más fuerte de este título no es más que la acción. Has de forjar un poderoso equipo para combatir al señor oscuro, en la piel tanto de Talion como en la de Celebrimbor, reclutando a inmensos orcos y criaturas de todo tipo para asediar castillos y fortalezas de forma implacable.
El sistema de Némesis es su mecánica más importante, con la que reclutas a villanos con los que combates; pero también lo es su adopción de los mecanismos RPG tradicionales, siempre desde la perspectiva dinámica de la acción. Su historia no queda para nada atrás, presentando todo tipo de sorpresas y revelaciones a medida que el jugador avanza. En resumen, otro que vale la pena experimentar.
Le damos una patada al timón para dejar los mundos de fantasía y la épica medieval por un futuro postapocalíptico y un mundo desolado por las guerras nucleares. Fallout 4 parece la antítesis de Skyrim, pero lo cierto es que, una vez escarbas en su superficie, encuentras una experiencia que presenta muchas similitudes con este. De hecho, ambos juegos proceden de la misma compañía: Bethesda.
Aquí, debes explorar lo que queda de Boston como único superviviente del Refugio 111. Tras haber permanecido durante años criogenizado, despiertas y ves que todo es completamente diferente a como lo dejaste. Estás en el año 2877, y los últimos atisbos de civilización que quedan no son para nada hospitalarios. Debes salir ahí fuera y sobrevivir como puedas.
A partir de ese punto, el jugador descubre un videojuego que guarda importantes similitudes con Skyrim. La perspectiva puede alternarse entre primera y tercera persona, posees un enorme inventario y muchas misiones tanto principales como secundarias por realizar. Además, tienes todo un mundo por explorar a tu total antojo, descubriendo todo tipo de parajes por el camino. La estructura e incluso gran parte de la fórmula es idéntica entre ambos juegos, con la diferencia de que aquí las armas de fuego son esenciales, como también el componente futurista.